¿Qué es el Aikido?

Etimológicamente la palabra AIKIDO esta compuesta por tres vocablos: AI-KI-DO, cuyo significado es el siguiente:
AI: Noción de encuentro, de distancia a unir entre dos entidades, de armonía, unión, amor... Al principio entre ambos adversarios hay una oposición que es preciso eliminar.
KI: Es un concepto de difícil traducción. Es la energía vital que tiende hacia la armonía de los opuestos. La presencia de espíritu, La actitud.
DO: Camino, ascesis, modo de hacer o de enseñar, manera, Vía, norma de conducta.
Por lo tanto, el sentido de la palabra AIKIDO es: La Vía para la coordinación y armonía de la energía física y mental. El combate humano, el entrenamiento físico de dos personas es tan antiguo como el mundo.  Durante la Edad Media, en China y Japón, los jefes de los clanes (Daymios), que tenían soldados a su servicio, los ejercitaban continuamente para la lucha originando la casta de los SAMURAIS (del la raíz SAMU = servir), hombres diestros en el manejo del sable, la lanza, el arco, el bastón, y el combate cuerpo a cuerpo a manos desnudas, con un código moral de honor rigurosísimo cuya aceptación comprendía el absoluto el desapego a su vida propia, puesta al servicio de su señor. Por otra parte, la clase humilde, el pueblo, los campesinos, los desamparados sometidos a continuos abusos y humillante opresión de sus gobernantes, tenían prohibido el uso de cualquier arma tradicional; así que para defenderse, se vieron en la necesidad de utilizar sus herramientas de trabajo o instrumentos agrícolas, ejercitándose en el manejo de los mismos y contribuyendo en el desarrollo de otras artes marciales menores de las que hot existen hábiles practicantes. Tanto la clase guerrera (samuráis) como las familias más humildes de cualquier aldea perdida, guardaban y transmitían en secreto estos sistemas de lucha de generación en generación, de padres a hijos. De esta manera nacieron las diferentes Escuelas (Ryu) y Artes guerreras.

El Aiki-Jutsu data de la época KAMAKURA (1233-1333) y se cree fue creado por Minamoto Yoshimitsu. Se transmitió en secreto de generación en generación hasta que en 1883 (era o época MEJI). Nace en Tánabe, Japón, Morihei Ueshiba, legítimo heredero después de siete generaciones, y más tarde fundador del actual AIKIDO. Desde su niñez fue instruido en el Ju-Jutsu. El Ken-Jutsu y otras artes de la lanza, el arco, etc. Ya adulto, y subyugado por la idea de conocer todo lo existente sobre cualquier Arte Marcial, recorrió todo el Japón con un sable de madera como único equipaje en busca de nuevas escuelas o maestros, permaneciendo a su lado hasta haber aprendido todo cuanto podía enseñarle: después seguía sus camino siempre en busca de un nuevo estilo, un nuevo maestro, un nuevo camino.  Pasado los años, después de incansables prácticas y profundas meditaciones, sintetizo sus conocimientos dando forma al Aiki-Jutsu que había heredado de sus antepasados y perfecciono todas sus técnicas gracias a su experiencia. En 1925 fundo su propia escuela donde en principio enseñaba a la alta clase militar e imperial; pero, años más tarde y con la idea de restablecer ka moral entre la juventud de su país, dimite de su cargo en la Corte y el 9 de febrero de 1948 Ueshiba funda el AIKIKAI de Tokio, y decide enseñar públicamente si Arte a todos los que deseen aprenderlo. Hacia 1920 empieza a establecer su propio método bajo el nombre de KOBU JITSU, mas tarde AIKI BUJITSU. Transforma el nombre de Aiki-Jutsu en AIKIDO, así como su significado y objetivo, que ya no buscaba eliminar al agresor por la vía mas rápida y eficaz sin tener en cuenta el daño causado, sino simplemente neutralizar y hacerlo inofensivamente procurando causarle el menos daño posible, inculcando un sentimiento de no agresión y no resistencia, pero no de pasividad estéril.

Técnicamente el AIKIDO no es un método de lucha agresivo (aunque su eficacia es excelente para defenderse incluso contra varios atacantes), sino que esta basado en el principio de no-resistencia.  El espíritu del AIKIDO lleva implícita la idea de disuasión: ante un ataque neutralizar a un adversario para “impedirle herir, sin herirle”.  El AIKIDO contempla y trata de armonizar la acción de las dos grandes fuerzas universales complementarias: El YING y YANG.  Hemos visto como y por que le AIKIDO forma parte de las Artes Marciales japonesas y el deseo del fundador al convenirlo en un método de educación corporal y mental (DO) según el principio de la no resistencia (física y mental) a la fuerza del atacante, por lo que todos sus movimientos están basados en el arte del TAI-SABAKI, o esquiva circular. El AIKIDO concede mucha importancia a la respiración, puesto que en ella reside el secreto de la utilización de la energía por parte del ser humano.

“Como “ai” (armonía) es común en “ai” (amor), he decido dar el nombre de AIKIDO a mi único BUDO, a pesar que la palabra AIKI sea muy antigua…”
“El AIKI no es una técnica para combatir o vencer al enemigo: es el modo de reconciliar el mundo y de reunir a todos los seres humanos en una familia…” Morihei Ueshiba.

El AIKIDO constituye, por lo tanto, un sistema de completo (DO) de forma integral del individuo en cuanto a: Defensa Personal, Deporte o actividad física, Conocimiento y perfeccionamiento de si mismo.
Los ejercicios previos a la practica de las técnicas propiamente dichas, en su conjunto Psicol.-físico, se desarrollan en un ambiente de calma que favorece la instropección, la identificación con la realidad, la armonía física y mental para obtener del “yo integral” una actuación coherente y unificadora.

EL AIKIDO COMO DEFENSA PERSONAL

Todas las prácticas o ejercicios parten de los supuestos y variados ataques, ejecutados con la máxima realidad, ante los que es necesario reaccionar con rapidez y serenidad a un tiempo, utilizando las técnicas aprendidas el AIKIDO que van desarrollando el sentido de esquiva y la distancia. Al tiempo, la practica seriamente realizada descubre nuestras autenticas posibilidades y limitaciones, y evidencia lo peligroso que puede resultar la aplicación incontrolada o visceral de estas técnicas, por los que poco a poco el sentido de agresión física se va transformando en nuestra mente haciendo inaceptable el camino de la violencia como solución de cualquier rivalidad; axial mismo, también va desapareciendo el temor a ser agredidos por la seguridad que la practica deposita en nuestros subconsciente, y el que no tiene miedo es mas capaz de evitar la pelea y evitar la agresión sin entrar en su juego. La máxima mas noble del AIKIDO es: “impedir herir sin herir”.

EL AIKIDO COMO DEPORTE

El AIKIDO constituye una excelencia actividad física por cuanto su práctica se adapta a la edad, sexo, ritmo, o facultades de cada individuo. Todas las clases inician con una tabla de gimnasia para calentar, estirar, y flexibilizar todos los grupos musculares, y se presta mucho interés a la respiración que inconscientemente va coordinándose con movimientos del cuerpo.
No se realizan esfuerzos con cargas, no se retiene la respiración durante los esfuerzos, no se compite contra nadie por lo que no se produce ninguna sobreexigencia nerviosa; en cambio, se mejora la velocidad de todos los movimientos del cuerpos y la agilidad en los desplazamientos, se hace un uso racional de la fuerza que solo se utiliza debidamente coordinada con la respiración, y aumenta la resistencia física del organismo simplemente porque el ejercicio mas pesado en AIKIDO constituye caer e incorporarse en cada sesión.
Todas las articulaciones adquieren una gran flexibilidad y resistencia, la circulación sanguínea se activa, la capacidad pulmonar aumenta y el sistema neuromuscular se hace más sensible y “obediente” a las órdenes procedentes del consciente o del subconsciente.
En AIKIDO no existe la competición, cada uno trabaja para mejorarse y vencerse a si mismo, respetando al profesor, a sus compañeros, al entorno, etc., siendo amable, poniendo en práctica los principios de concesión y colaboración mutua, para después trasladar esos hábitos a su casa, su colegio, su trabajo, sus amigos, su familia, etc.

“El AIKIDO no es la oposición de dos fuerzas materiales, en la que la mayor se impone a la menor, sino la perfecta asociación de dos estados de espíritu diametralmente opuestos, en el que uno de ellos de naturaleza benéfica vencerá iluminando al adversario…”  Morihei Ueshiba.

El AIKIDO COMO CONOCIMIENTO Y PERFECCIONAMIENTO DE SI MISMO.

El AIKIDO es un arte y una practica excelente para poner en evidencia la verdadera dimensión de cada persona y contribuir al desarrollo de su personalidad.
           
“El AIKIDO es la vía que reúne todos los caminos del universo desde el principios, Es el Espíritu Universal que contiene y une a todos los seres…” Morihei Ueshiba.

 El AIKIDO en sus prácticas permite a nuestra personalidad definirse tal cual es su conjunto y se convierte en un Arte de autodisciplina en el que las técnicas no son más que el medio para conocer nuestras limitaciones, mejorar nuestras facultades físicas y mentales, y pulir nuestro “yo”. Los responsables de la enseñanza y difusión del AIKIDO deben velar para que este espíritu se transmita de una generación a otra según el dese de su fundador, el maestro Ueshiba, no permitiendo que se convierta en un mero o exótico sistema de lucha física apto solo para personas temerosas o acomplejadas, cuyo único objetivo sea aprender a defenderse de un hipotético agresor o evadirse mística y estérilmente del mundo que lo rodea.